A mi primo D Federico Lopez de Membiela Parga, in memoriam
Ayer falleció en Coruña Kiko.
Un hombre bueno en esencia. Discreto, correcto, un caballero.
Siempre al cuidado de su madre anciana. Y después la soledad, preámbulo del manto oscuro.
Recordaré su cariño siempre porque el recuerdo es la vida en ausencia.
Las deliciosas charlas en su despacho en Juana de Vega me hacian olvidar la soledad del funcionario en su primer destino. Conversaciones pausadas, sin la carencia de la prisa, en tardes lluviosas con viento de mar. Sobre pasados y presentes, felicidades y desdichas que vertebran el arcano de toda vida.
Momentos hay para vivir como recuerdos para llorar.
Siempre quedarán las campanadas del carillón cimbreando entre viejos tapices y viejas palabras,
Juan B Lorenzo de Membiela