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lunes, 17 de noviembre de 2025

Expediciones españolas contra Inglaterra y el clima (apunte)

 

Expediciones españolas contra Inglaterra y el  clima (apunte) 

Juan B. Lorenzo de Membiela 

A lo largo de los siglos, España protagonizó diversas expediciones ofensivas contra Inglaterra. En 1373, en plena Guerra de los Cien Años y como aliada de Francia, el almirante mayor Sánchez de Tovar recibió la orden de dirigirse a Inglaterra al mando de 15 galeras, atacando la isla de Wight y otras posiciones en el sur (Cervera, 1950)

En 1377, volvió a zarpar con 13 galeras y 5.000 hombres, asaltando puertos del litoral inglés como Dartmouth, Folkestone, Portsmouth, Plymouth y Rye. Según Cervera (1950), aprovecharon la coyuntura facilitada por la incursión marítima para arrasar la isla de Wight, Hastings y Poole.

En 1380, Sánchez de Tovar reunió en Sevilla una flota de 20 galeras. Junto a los franceses, emprendió una expedición invasiva contra Inglaterra: incendiaron la fortificación de Winchelsea, en Sussex, y penetraron en el estuario del Támesis por North Foreland, avanzando hasta Gravesend, apenas  a 35 kilómetros de Londres (Martínez-Valverde, 1962). El objetivo era sembrar el pánico y frenar los apetitos piráticos contra barcos españoles , y lo lograron antes de regresar a España.

Obra: « La Invencible» . Gartner de la Peña, 1892.


En 1404, Pedro Niño Laso de la Vega, capitán del rey Enrique III el Doliente, respondió a la piratería inglesa en el canal de la Mancha con una audaz incursión en la bahía de Plymouth. Desembarcó en la isla de Portland y derrotó a las tropas inglesas. 

Martínez-Valverde (1962) indica que entre los siglos XIV y XV se produjeron al menos seis desembarcos más.

Diversos estudios, como el de Olesa Muñido (1998), apuntan a un fenómeno climático que alteró el Atlántico Norte. Groenlandia quedó despoblada y un frío intenso transformó la naturaleza de unos mares que exigían embarcaciones más robustas.

La población no comprendía la causa de estos cambios. 

En Alemania, en la ciudad de Wiesensteig, decenas de mujeres fueron quemadas acusadas de brujería. 

En Francia e Inglaterra, entre 1587 y 1588, el clima se tornó gélido y se multiplicaron las ejecuciones por sospechas de hechicería (Behringer, 1999).

José Segovia (2005) recuerda cómo pintores como Hendrick Avercamp o Pieter Brueghel el Viejo plasmaron en sus lienzos el rigor del invierno en las ciudades holandesas.

Los expertos atribuyen este enfriamiento a erupciones volcánicas en Oceanía y América, sumadas a una disminución de la actividad solar (Fagan, 2000).

Como dijo Felipe II: «Yo no envié mis naves a luchar contra los elementos». Pero los elementos se rebelaron contra la Empresa de Inglaterra de 1588 , impidiendo que las tropas de Alexander de Parma invadiesen Inglaterra .



Referencias

  • Behringer, W. (1999). Climate and Witch-Hunting: The Impact of the Little Ice Age on Mentalities. Climatic Change, 43(1), 335–351.
  • Cervera, J. (1950). Historia marítima española. Madrid: Ediciones Cultura Hispánica.
  • Fagan, B. (2000). The Little Ice Age: How Climate Made History 1300–1850. New York: Basic Books.
  • Martínez-Valverde, C. (1962). La marina española en la Edad Media. Madrid: Instituto Histórico de Marina.
  • Olesa Muñido, J. (1998). Clima y sociedad en la Europa moderna. Barcelona: Ariel.
  • Segovia, J. (2005). Arte y clima: la representación del invierno en la pintura flamenca. Revista de Historia del Arte, 12(3), 45–67.