El renacimiento de Europa ( noticia)
Emmanuel Macron se convirtió en el presidente más joven en la historia de ese país, ha tomado distancia de los políticos tradicionales y en lugar de hacer sonar la Marsellesa durante su proclamación, optó por el ‘Himno de la alegría’ de Schiller en la novena sinfonía de Beethoven.
Fuentes europeas confían en que la presencia de Macron en el Elíseo permita recuperar el imprescindible eje París-Berlín, quebrado desde el estallido de la crisis de la zona euro en 2010.
“Después de las elecciones en Alemania [septiembre de 2017], Berlín y París podrán acercar posturas y desarrollar algunas de las reformas pendientes en la estructura de la zona euro”, auguran fuentes comunitarias.
Bruselas aspira, como mínimo, a crear un presupuesto común que garantice los flujos de inversión; completar la unión bancaria con un fondo común de garantía de depósitos; e integrar en los Tratados de la UE el llamado Pacto fiscal y el fondo de rescate (Mecanismo Europeo de Estabilidad).
La Comisión también considera imprescindible frenar las divergencias económicas surgidas entre los países del euro para frenar un euroescepticismo que, según algunos sondeos, avanza sobre todo entre los votantes más jóvenes. “Una gran parte de la desafección hacia la UE se debe a la falta de desarrollo de su dimensión social”, señaló este viernes en Florencia el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker.
“Gane quien gane en Alemania”, calculan fuentes europeas, “el nuevo Gobierno buscará el entendimiento con París si Macron mantiene el compromiso reformista y de rigor fiscal que ha defendido hasta ahora”.
Las instituciones europeas necesitan creerse esa optimista interpretación para insuflar algo de ánimo “en este valle de lágrimas” , como Juncker definió el viernes a Bruselas
Pero el escenario color de rosa, o azul europeo, que anhela Bruselas no está garantizado ni siquiera con Macron en el Elíseo. El probable presidente de la República es una incógnita desde el punto de vista político (la presidencia sería su primer cargo electo) y de su capacidad para cumplir las promesas electorales.
El primer reto son las elecciones legislativas de junio, a las que Macron concurre con un movimiento (¡En Marcha!) con sólo un año de vida. Macron ha anunciado su intención de presentar candidatos en los 577 distritos electorales, para lo que necesitará atraer a conservadores (de Les Republicains), socialistas (PS) y centristas (el MD de François Bayrou).
Incluso si las urnas otorgan a Macron una cómoda mayoría en la Asamblea, el nuevo Gobierno no tendrá fácil aplicar las drásticas reformas (laboral y pensiones) que Berlín reclama como contrapartida para un giro económico en la zona euro.
Tampoco está claro que los grandes países de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) compartan la misma visión sobre el futuro de la Unión Monetaria.
Berlín se conforma con crear un Fondo Monetario Europeo que asuma la vigilancia presupuestaria, ahora adscritas a la Comisión (a la que se acusa de laxitud), y que someta a los países en dificultades a un rescate con estrictas condiciones.
Fuente: Cincodias