Por
Juan
B Lorenzo de Membiela
La
causa por la cual la ética emerge en las organizaciones públicas y privadas
obedece a varias motivos, no únicamente escándalos que han deteriorado la
imagen de integridad en la gestión de
servicios públicos . También como resultado de acomodar las conductas de las corporaciones
a determinados cánones morales que las
hagan públicamente respetables como medio de alcanzar y mantener en la sociedad
un prestigio social con repercusiones internacionales y económicas y humanamente
habitables . Porque ello comunica
confiabilidad y prestigio, valores muy apreciados en la actualidad.
Además
de todo ello, encontrándonos en la sociedad de la tecnología – con un
progresivo abandono de valores humanos-
su desarrollo genera encrucijadas que deben superarse sobre unas
reglas conductuales que eviten daño a
personas[1].
Este medio cohabita con la
cultura interior de la organización pública en donde , en ocasiones, la
falta de un liderazgo ético provoca una deshumanización gestora convirtiendo
a la Administración
en una compañía privada cuyo objetivo único es la rentabilidad.
Una Administración en donde pervive una cultura con
siglos de existencia . Este hecho es distintivo de cualquiera otra organización aunque a penas considerado
como valor, paradójicamente: Por complejos ideológicos, por localismos miopes sin
visión espacial, por un igualitarismo que solamente conduce a la endogamia y de allí al fracaso institucional.
Algunos
autores propugnan un nuevo modelo de
gestión basado en una dirección éticamente correcta, dando lugar a la que se
denomina ética de tercera generación .
Junto a las funciones de dirección tradicionales el modelo añadiría seis nuevas funciones:
Junto a las funciones de dirección tradicionales el modelo añadiría seis nuevas funciones:
I.
Manejo de crisis: (previsión de amenazas
y su respuestas).
II.
Manejo de problemas (Evaluación de
tendencias y sus respuestas).
III.
Manejo de calidad total .
IV.
Ambiente.
V.
Globalización (seguridad de que los
procesos de producción , mercadotecnia y administrativos de la organización se
sintonicen con la economía política global).
VI.
Ética (observación cuidadosa de las
consecuencias éticas y morales del comportamiento, políticas , decisiones y
procedimientos de la organización).
Junto
a ellas, el diseño abarcaría cuatro divisiones mayores o centros:
- Centro de reconocimiento/aprendizaje: ¿Qué necesitamos saber para poder
producir y/o proporcionar productos y/o servicios de clase mundial?.
- Centro de recuperación/desarrollo: ¿Cómo ayudar a nuestros empleados
a recuperarse de cualesquiera de las disfunciones o problemas que traen
consigo a la organización?.
- Centro mundial de
servicio/espiritual: ¿Cómo
puede nuestra organización usar todos sus recursos para desarrollar una
sociedad y un mundo más sanos?.
- Centro de operaciones. ¿Cómo llevar de verdad a la
práctica y operar una organización manufacturera y/o de servicios de clase
mundial?.
Aunque
no todas las funciones son asumidas en la actualidad por cualquier
organización, sí han sido adoptadas
algunas de ellas[2].
Cabrá
admitir o no la ética en las organizaciones
creyendo que la eficacia y eficiencia es lo único tangible en una
entidad dadora de servicios, pero quienes piensan de esta manera desconocen la
sostenibilidad de la organización como cauce de desarrollo de la personalidad que causa la autorrealización. Y que ambas funciones están íntimamente unidas y dependientes.
Un
trabajo en donde no existan derechos
de la persona es éticamente responsable por ser predador del factor humano , de su desarrollo interno, de su crecimiento moral,
y en suma , convertirse en cómplice de una descomposición social tan necesitada de liderazgos.
Como apunta Guillen Parra, la ética es para quienes quieren un lugar de trabajo eficaz, eficiente y humano.[3]
Como apunta Guillen Parra, la ética es para quienes quieren un lugar de trabajo eficaz, eficiente y humano.[3]
[1] Véase, un ejemplo
llamativo que se manifiesta en la sociedad de hoy, Nota de la Fiscalia del TSJ de
Cataluña de noviembre de 2006 sobre la protección a médicos y profesores que
son objeto de malos tratos, lesiones y vejaciones:
« […] Las agresiones a los
profesionales merecen la más severa perspectiva jurídico-penal" para
defender "bienes jurídicos no sólo individuales, sino también colectivos,
de esencial importancia constitucional.
Entre esos bienes, se cita
Según la orden, las agresiones a estos profesionales significan la perturbación de la función pública que ejercen", lo que impide "el efectivo disfrute" de los derechos consagrados por
[2] Ivancevich , Jhon M., Konopaske , Robert y Matteson, Michael T. Comportamiento organizacional,
cit.,p. 533, Carson, T.L., Self-Interest and Business Ethics: Some
lessons of the Recent Corporate Scandals, Journal of Business Ethics, 2003,
43,4, Cochran,T.A. Addressing the crisis
in confidence in corporations: Roots causes, Victims and Strategies for reform,
Academy of management executive, 2002, 16, pp.139-42 y Mitroff, I.I., The antediluvian Corporation, Across the
board, 1994, 10, pp. 59-60.