La incompletud y la indeterminación en el medio social: individuo vs grupal (reflexión)
Juan B. L. de Membiela
Juan B. L. de Membiela
La incertidumbre es algo propiamente humano desde
siempre. Hemos evolucionado bajo un caos impuesto por la impredecibilidad de la
naturaleza y el tiempo que nos es imposible explorar, sea por el teorema de Gödel que demuestra
matemáticamente que nuestro conocimiento está limitado por principio (principio de incompletud) ; sea por
el «principio de indeterminación» de
Heisenberg, que prueba la existencia
de límites absolutos a la precisión de la medida.
Ante ello, desarrollamos estrategias para sobrevivir, entre
algunas, las emociones y, dentro de
ellas, las llamadas «básicas»: el miedo y el temor.
Fuente: Wikicommons |
Es Jakob Burckhardt
en su lección «Suerte y desgracia en la historia mundial», quien declara «que
la historia natural presenta (…) una lucha angustiosa por la existencia; (…) desde el origen de los
pueblos y de la historia humana».
Pero no solamente es algo antiguo, está
vigente porque obliga a adaptarse al
ritmo de las cosas y a situarse en el escenario
social de cada tiempo (Capdequí,
2012:217). Es decir, impide que el hombre no responda a nuevos desafíos que
pueden comprometer su supervivencia.
Al miedo y a la cobardía
se debe que el hombre mantenga esa añagaza para crear sociedades y dentro de
ellas, instituciones, como el Estado,
para protegerse de todo lo que desconoce porque lo que no se conoce,
habitualmente, es perjudicial.
Para Hobbes, en su
«Leviatán», el Estado procura defensa, concretamente, frente a otros hombres.
De ello se deduce que el miedo hacia el hombre no conocido es semejante al
temor hacia lo desconocido natural. Y surge una pregunta: ¿quién puede suponer que lo ignorado es siempre perjudicial si no quien
haya vivido en un medio que le ha sido siempre hostil?
Individualismo. Fuente: Pixabay. Licencia CC0 |
Mantenerse distinto supone un desafío a los hombres temerosos agrupados colectivamente que han claudicado en su singularidad.
Ponderemos que la importancia de lo individual implica detrimento de lo colectivo y ello genera que los conceptos «interés general», «justicia social» o «bien común» entren en crisis.
Para Hayek constituyen abstracciones vacías
de sentido porque «¿hay algo más abstracto que los individuos a los que aluden,
desprovistos de toda dimensión histórica como de filiación social?»(Teodorov, 2012:104).
Puede ser que detrás de este concepto de desconocido común no hay otra pretensión que los intereses de unos pocos para
imponer sus apetitos a muchos.
Pero lo que cabe deducir es que la teoría de la incompletud ratifica al individuo y a lo individual frente a lo común generalizado y total.
Pero lo que cabe deducir es que la teoría de la incompletud ratifica al individuo y a lo individual frente a lo común generalizado y total.