Virus, mutaciones y poca tecnología (y II))
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La segunda
mutación fue detectada en Sudáfrica, en el municipio Nelson Mandela
Bay, provincia de Cabo Oriental y recibió la denominación de 501Y.V2 o
B.1.3.5.1. Su característica principal es su alta propagación y su capacidad de
reinfectar a los enfermos de la covid reduciendo los efectos de las vacunas[10]. No ha quedado demostrada su mayor
letalidad[11]
La revista Nature publicaba
un estudio en 21 de enero de 2021[12] en donde se documentaba que el virus
501Y.V2 eludía parte de la respuesta inmune.
Ante esta
situación y la incertidumbre generada, la biotecnológica Moderna Lab. está
desarrollando una nueva vacuna de refuerzo que estará disponible, presumiblemente,
en otoño para acometer con más firmeza esta variante. La tecnología ARN
mensajero que utiliza puede adaptarse rápidamente a nuevas versiones.
Para Pfizer y BioNTech, según un estudio preliminar, no presenta debilidades frente a esta cepa 501Y.V2, según recoge el Washington Post[13], afirmaciones no exentas de controversia puesto que las pruebas no han sido revisadas por pares[14].
Según la Plataforma
de Secuenciación de Investigación e Innovación de KwaZulu-Natal, o KRISP
que ha identificado la variante sudafricana, la potencia de esta cepa en su
propagación es asombrosa. Se han encontrado casos en 32 países y la transmisión
es ya prácticamente comunitaria.
La variante
británica y la sudafricana surgieron de modo independiente y son
filogenéticamente diferentes.