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domingo, 2 de mayo de 2021

India y el auxilio que debe ofrecerse (artículo)

 

India y el auxilio que debe ofrecerse  (artículo)

por

Juan B Lorenzo de Membiela

⌚ 4 min.


Sorprende la tasa extrema de contagios y la fatídica escasez de oxígeno para ofrecer soporte vital a los enfermos. Nadie hubiera imaginado que este país conocido como la farmacia del mundo, llegara a estos extremos alcanzando cifras diarias de 300.000 contagios y 3000 fallecidos. Las piras funerarias no dejan de arder a las orillas del Ganges, colapsadas por la avalancha de cadáveres.  Muchos expertos contemplan el caso de India como una advertencia de cómo el exceso de confianza puede generar caos.

En la primera ola, el virus infectó a unos 271 millones de personas sobre una población de 1400 millones. Estas cifras indujeron a algunos investigadores a pensar que lo peor de la pandemia había pasado, sobre todo en Delhi y Chennai en donde hubo una alta tasa de contagio. De hecho, una encuesta nacional sobre seroprevalencia realizada en diciembre de 2020 arrojó que la quinta parte de los indios tenían anticuerpos, resultados que han sido cuestionados por la OMS. Los países limítrofes a India también sufren de esta ira pandémica. Los casos comienzan a subir en Nepal a más de 3000 diarios frente a menos de 100 de marzo, idéntica situación se produce en Pakistán y Sri Lanka.

Fuente: Pixabay. Licencia CC0

En febrero la tasa de contagios caía por debajo de 10.000 y los fallecidos se habían reducido a cifras de dos dígitos. Era el resultado de casi un año de confinamiento y medidas higiénicas. En ese mes se publicó una resolución del gobierno indio en donde se declaraba: «Se puede decir con orgullo, India. . . derrotó a Covid-19 bajo el liderazgo capaz, sensato, comprometido y visionario del Primer Ministro Modi. . . El partido elogia inequívocamente a su liderazgo por presentar a India al mundo como una nación orgullosa y victoriosa en la lucha contra Covid […]»[1].

Guiados por ese optimismo el partido Bharatiya Janata del primer ministro Narendra Modi relajó las medidas preventivas. No sirvieron las advertencias de los funcionarios del Ministerio de Sanidad: las personas dejaron de usar mascarilla; el gobierno permitió grandes mítines políticos, de hasta 700.000 personas; eventos deportivos como las ligas de criquet y polo y ceremonias privadas.    Autorizó la celebración de eventos religiosos como el Kumbh Mela, en donde 3,5 mll. de personas sin mascarilla y sin distancia se bañaron, en un solo punto, en el rio sagrado Ganges cumpliendo un rito religioso.

La complacencia inundó a la población cansada de las restricciones de la primera ola y a un gobierno que no previó acontecimientos ante un patógeno que es todavía desconocido en muchos aspectos.

Una velocidad de propagación vertiginosa parece ser consecuencia de la variante india.  Y esas cifras son solo indiciarias. Numerosos casos sospechosos no se diagnostican como COVID y muchas muertes se atribuyen a circunstancias subyacentes y no propiamente causadas por el patógeno. 

Lo más pavoroso es que la gente muere en las puertas de los hospitales sin poder ser atendidos ahogándose por falta de oxígeno. La deshumanización que ocasiona el colapso hospitalario priva de toda dignidad a la persona asimilándolo a cualquier animal.

Lo paradójico del caso es que India es un gran productor de oxígeno. Elabora 7000 tn/día. La demanda de oxigeno antes de la pandemia alcanzaba las 700 tn./día. Durante la primera ola se elevó a 2800 tn./dia y hoy superan las 5000 tn./día.

La escasez se produce porque las empresas que lo fabrican se encuentran al este del país, muy alejadas de las ciudades que lo demandan. Los familiares de los enfermos se lanzan al mercado negro para comprar un cilindro de oxígeno porque saben que esto es la diferencia entre vivir o morir. Ante ese imperativo pocas cosas hay que puedan contener a un hombre abocado al abismo.

Fuente: Pixabay. Licencia CC0

La situación ha llegado a tal extremo que las autoridades de Nueva Deli y Haryana envían escoltas policiales para proteger la llegada de los camiones a los hospitales. No han faltado acusaciones de apropiarse de cargamentos ajenos.

Saket Tiku, presidente de la Asociación de Fabricantes de Gases Industriales de India, declaró que poseen excedente de oxígeno, pero la logística, especialmente el transporte mediante   camiones, las largas distancias y una gestión burocrática que entorpece la rapidez de las decisiones han provocado esta funesta situación.

El gobierno indio ha dispuesto el transporte de oxígeno por ferrocarril y por vía aérea para acelerar los envíos, pero la ayuda internacional es precisa para proveer vacunas y varios medicamentos base para el tratamiento de la covid-19, entre ellos, los   retrovirales.

El auxilio reclamado por las autoridades indias ha sido atendido por la Unión Europea, especialmente por Alemania, Francia e Irlanda; EE. UU. y Reino Unido que han enviado concentradores de oxígeno, ventiladores y materias primas para la producción de vacunas.

Se critica no haber preparado al país para una segunda ola catastrófica. No se comprende que en vez de almacenar 1700 mll. de vacunas para inmunizar a la población se optará por exportar la producción suministrándola a más de 74 países.

En India se han detectado las variantes de Reino Unido, Brasil y Sudáfrica. Y una propia, llamada B.1.617, con tres mutaciones:  E484Q,  L452R y P681R , con tres variantes:  B.1.617.1, B.1.617.2 y B.1.617.3 . Fue descubierta en el mes de octubre de 2020. La OMS la ha declarado «variante de interés» pero no «variante de preocupación» , por ahora[2].

La variante B.1.617 ha sido detectada en 9 países europeos, según la agencia Euronews, en noticia publicada el 28 de abril: Bélgica, Irlanda, Reino Unido, Suiza, Alemania, Países Bajos y la isla caribeña francesa de Guadalupe, también en España. Solamente Reino Unido posee unas cifras de contagios más elevada ,522 casos y en el resto de los países europeos 10 casos cada uno aproximadamente[3]

Aunque debe aclararse que la mayor detección se debe al uso de mayores recursos tecnológicos. En este supuesto, la inexistencia de casos no significa otra cosa que falta de medios para secuenciar genomas víricos, tecnología que en la actualidad es prioritaria para luchar contra el virus y sus variantes.

Fuente: Pixabay. Licencia CC0





Lo que ocurre en India nos muestra hasta qué punto una percepción errónea del riesgo vírico relativiza la importancia y la destrucción de un patógeno que aun hoy sigue desconcertando.

La OMS ha declarado que lo ocurrido en India puede pasar en Europa si existe una relajación de las medidas preventivas sin una planificación adecuada.

Y un reto internacional consecuencia de esta situación dantesca, la ayuda que el mundo debe dispensar a la India porque en un planeta globalizado las distancias no constituyen barreras que ofrezcan protección.

 



[1] FT de 26 de abril de 2021.

[2] Website: https://www.news18.com/news/india/indian-strain-of-coronavirus-found-in-17-countries-says-who-3687131.html[Consulta: abril de 2021].

 

[3] Website: https://cov-lineages.org/lineages/lineage_B.1.617.html [Consulta: abril de 2021]