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miércoles, 30 de octubre de 2024

Apoyo a Valencia y Albacete en estos aciagos momentos

 

Apoyo a Valencia y a Albacete  en  estos aciagos momentos

El apoyo más sincero a Valencia y a Albacete  y a sus damnificados, en estos momentos tan dramáticos que producen conmoción y pavor. A esa parte de España, viva, entusiasta, innovadora y generosa.

Que la Mare de Déu despliegue su manto para su protección y pronto restablecimiento.



                                    Fuente: Wikicommons 


lunes, 21 de octubre de 2024

219 º aniversario de la batalla de Trafalgar

 219 º aniversario de la batalla de Trafalgar.


«Estudios sobre Trafalgar: Tempestad, Marinos e Imperio» 




Esta obra aborda el combate de Trafalgar desde tres perspectivas diferentes. La primera parte expone la magnitud de la batalla entre 60 navíos de línea causando más de 10.000 bajas en 5 horas de duración. La subordinación española a la marina napoleónica, las desavenencias con los mandos franceses. La errónea táctica de virar por giros simultáneos. 

El navío S. Agustín y su comandante Cagigal contra la columna de Nelson. 

Se explica la «gota fría» que sobrevino la noche del combate con una duración de ocho días. El naufragio de 14 de los 17 navíos capturados por los británicos. 800 ahogados en el navío francés «Indomptable». 

El navío español «Neptuno» y sus 790 hombres a merced de los huracanes. El heroísmo y la ética de guerra. 

La segunda parte estudia la relación entre el comercio y los avances náuticos. España supera el hundimiento económico del s. XVII gracias a las iniciativas de la Casa de Borbón. Se inicia en el s. XVIII una reconstrucción naval que coloca a España, de nuevo, como potencia mundial. Alguno de esos navíos son los que participan en Trafalgar. 

En la tercera parte se aborda el estudio de un marino español combatiente y una vida entregada al rey y a España. Se narran sus acciones militares que contextualizan una época en donde lo vocacional primó sobre cualquier otra ambición. Trafalgar solamente estuvo al alcance de las potencias más decisivas de la Europa del s. XIX. Hoy integra la cultura y el espíritu de las marinas con más tradición del mundo, aquellas que se forjaron bajo el crisol de la historia y el paso del tiempo.

Idioma:ESPAÑOL
Encuadernación:papel y electrónico
ISBN:9788418161032












viernes, 18 de octubre de 2024

“La nuclear y las renovables son una pareja perfecta para afrontar el cambio climático” ( Foro Nuclear)

 “La nuclear y las renovables son una pareja perfecta para afrontar el cambio climático” ( Foro Nuclear)

Fuente: Wikicommons

¿Qué les motivó fundar Econucleares?

La razón por la que fundamos Econucleares fue la necesidad de corregir uno de los mayores problemas que sufre el ecologismo y la política contemporáneos: la falta de rigor científico. Nos enfrentamos a desafíos medioambientales colosales, siendo el calentamiento global uno de los más urgentes. Sin embargo, las soluciones que se proponen desde el ecologismo tradicional están a menudo sesgadas por el desconocimiento, intereses particulares y posturas ideológicas, lo que lleva a decisiones que, en lugar de resolver los problemas, los agravan […] 


Fuente: Foro Nuclear

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sábado, 7 de septiembre de 2024

Apuntes históricos de la Feria de Albacete (2024)

  Apuntes históricos de la Feria de Albacete (2024).


Juan B. Lorenzo de Membiela.


Es desconocida y poco reconocida   la repercusión histórica que para Albacete tuvo   la concesión por Felipe V del privilegio de «franca» a su feria [1].  La España del siglo XVIII estaba en tránsito entre la gloria militar de un Imperio herido a un reino ilustrado, barroco y racionalista, con serios problemas económicos y deficiencias sociales. En el escenario internacional, la guerra de Sucesión entre Borbones y Austrias costó la pérdida de las provincias de Flandes, territorios en Nápoles, Milán y Cerdeña, dados a Austria; Sicilia y parte del Milanesado a Saboya   y la cesión a Inglaterra de Gibraltar y Menorca.

 En el doméstico, el cambio dinástico introdujo esperanzados proyectos ilustrados que entre muchos, resalto,   el saneamiento económico del reino[2]. Una estrategia económica   poco conocida, pero relevante   en su contexto histórico y en las costumbres derivadas del Fuero Juzgo y Las Partidas, fue el auto firmado por el Rey en  4 de diciembre de  1705, declarando:  

    «[…] quienes fundasen fabricas estarían en el favor real, sin que el manejo de dichas fábricas fuese obstáculo para conservar o alcanzar la nobleza o para ostentar cualquier carácter que tuviesen los hijos-dalgo de Castilla […]».  


Quizás originado por la suspensión de pagos del Estado declarado en 14  de octubre de 1704[4] y por un impulso innovador que la nueva dinastía real quiso imprimir para modernizar un imperio que se mantenía unido por la religión y por la corona solamente. Con regímenes tributarios diferentes y con Asambleas territoriales y privilegios distintos, lo que restaba eficiencia política y económica y que constituía un freno a los avances sociales de toda la nación.




En 1749 comienza la construcción de los primeros «caminos carreteros» [5].  

Hasta esa fecha no existían vías de comunicación entre núcleos de población. Los caminos causarán, que villas  , aldeas y cortijos abandonen el autoabastecimiento generado por la incomunicación: las carretas, coches de colleras, galeras y calesas, constituían la logística necesaria para crear comercio e industria.

A finales del siglo XVIII se amplía el camino real Madrid—Valencia. Atraviesa la villa por las calles de los Baños, Tinte, Plaza de Carretas y Santa Quiteria. Es destacado por autores lo excelente de la vía, mejorada   en 1761[6], a su paso por Albacete. Tráfico de bienes y tráfico de personas, sometido este a imperativos administrativos de regresar el mismo día a plena luz o de presentar fiador o vecino en la localidad a donde se dirija[7] que respondiera de su conducta.

Las ferias o mercados eran una oportunidad única para el comercio, precursores mercantiles que producían riqueza e intercambio cultural entre villas.  Tributaban a la Corona. 

Pero las llamadas «Ferias Francas», eran un privilegio o merced real que exoneraba la contribución a la Corona[8]. Por ello se comprende que la concesión del Privilegio real de   «Feria Franca» a la de Albacete, dado por Felipe V en  6  de marzo de 1710, constituyó un hecho sobresaliente, no solo religioso y comercial sino también social por las interacciones que se producían  entre personas de diferentes lugares.

 Como recoge la Real Provisión confirmatoria de 3  de agosto de 1716,  sancionada, a su vez, por la de  7  de septiembre de 1761, se mandó que no se exigiera ni llevase  maravedís ningunos ni otra cosa a los comerciantes y mercaderes que concurrieran a la Feria con sus géneros y mercancías por razón de permiso, licencia o postura de los géneros que fuesen a vender a ella ni sobre ello se hiciera causa a dichos comerciantes ni vejación de que tuvieran justo motivo.

La importancia local y la relevancia económica en general de nuestra Feria Franca es recogida por Pérez García comparándola con la de otras villas y ciudades[9]; permitió a la villa triplicar sus beneficios en pocos años. El comercio de la feria lo constituía el ganado, tanto  mular  como lanar, granos, legumbres, quincalla, loza, tejidos varios, lino, cáñamo, esparto, navajas, cuchillos, puñales y especias tanto nacionales como extranjeras.

La concesión de la Merced Real obedeció a dos causas:

Primera, la adhesión inmediata del Ayuntamiento al nuevo monarca en  5 de diciembre de  1700: Nada más hacerse público el testamento de Carlos II, se ordenó    fijar edictos para conocimiento de todos los ciudadanos y   soltar la campana del reloj [10].  No mucho más tarde, se aportaría ayuda financiera y de milicia frente a la pretensión de archiduque D. Carlos de Austria.

Segunda, la devoción a N.ª S.ª de Los Llanos desde tiempo inmemorial.

El culto a nuestra Patrona es previo a la dominación árabe[11]. Simón Pardo afirma que la Virgen fue escondida por los cristianos de lo que hoy es Albacete cuando España fue invadida por los árabes en el s. VIII. Olvidado el escondrijo por la erosión de los siglos, se halló, después de la reconquista, en un paraje conocido como «Los Llanos».

 Brevemente, sobre el origen de la talla mariana, Sánchez Ferrer, con remisión a Villalba y Córcoles en su Pensil del Ave María de 1730, expone la conexión de N.ª S.ª de Los Llanos con el apóstol  Iacobus o  Santiago, llamado «el Zebedeo»[12].


Si a este relato nos atemos, y no hay razón documentada que lo impida, el origen de la imagen y su culto posee una entidad histórica y religiosa de magnitud. Sánchez Torres, lo  completa trascribiendo  una tradición referente al hecho de su descubrimiento: «[…] el labrador que halló la imagen la llevó a su casa, pero la figura volvió al lugar del hallazgo y así dos veces más. Informado el clero, se interpretó el suceso como signo claro del lugar en donde debía edificarse la ermita […]». 

Este hecho, legado de la tradición, es recogido en el Misal del 50.º aniversario de la Coronación de la Virgen de Los Llanos[13] celebrado en 2006 en Albacete en el parque de Abelardo Sánchez. Hay que aclarar que la actual imagen no es la originaria, datándola, según Sánchez Ferrer, en el s. XVII[14]; presenta rasgos del barroco español.

Se edificó una ermita en el sitio del hallazgo en 1627, en un paraje llamado  «Los Llanos» , visitada por multitud de fieles, dada su fama de milagrosa, que se extendió por provincias hoy, lindantes con la de Albacete, e incluso en Guadalajara. 

Los PP. Franciscanos construyeron un Convento en 1672  contiguo a la ermita, trasladando la imagen de N.ª S.ª de Los Llanos a su convento en una capilla al efecto construida[15]. Los Llanos, por aquel entonces, era un cruce de caminos  que, según  Santamaría , pertenecía al término municipal de la noble villa de Chinchilla hasta que pasó a Albacete entre 1568-1569.

El monasterio convertido en custodio de la imagen sacra junto a la afluencia de fieles originó un mercadillo antecedente de la actual feria.

Trascurrido el tiempo, las diferencias entre los PP. Franciscanos y el Ayuntamiento de Albacete sobre la ubicación de la feria, patentizaron un conflicto resuelto por el Supremo de Castilla a favor del Concejo municipal. Decisivo en este pleito fue la intervención de D. Pedro de Cantos, que además construyó unas lonjas en los «ejidos»  o  «eras» del paraje de su propiedad llamado de Santa Catalina. La plaza Mayor no ofrecía espacio suficiente: En Santa Catalina se celebrará la feria de modo definitivo[16] desde 1783.

Pero las romerías populares seguían celebrándose en Los Llanos. Según García-Saúco, tras la desamortización de 1836 se suprimió el Convento franciscano y el Ayuntamiento de Albacete reclamó para sí, la imagen y sus pertenencias, que fueron depositadas en la Iglesia de San Juan Bautista, en una hornacina en el retablo barroco que desapareció.

El Ayuntamiento adquirió las lonjas construidas por D. Pedro de Cantos y pretendió su reforma a través de un proyecto arquitectónico realizado por D. Lucas de los Corrales y Ruiz, en 1771. No llegándose a edificar, en 1783 se ordenó al maestro arquitecto D. Josef Jiménez la construcción del edificio ferial – el que podemos ver hoy— concluyéndose en 1784, esta vez bajo la dirección del arquitecto D. Antonio Cuesta.

El coste de la obra ascendió a 107.783 reales y 5 maravedís. 

El tipo de arquitectura responde a la de los grandes mercados del siglo XVIII, de tipo cerrado y con casetas en el interior. De este estilo se construyeron en Italia del norte , en el Véneto, Crema y Verona y en el Milanesado, Bérgamo. Fuera de Europa, en la Puebla de los Ángeles (actualmente Los Ángeles, California, EE. UU.) y en Potosí (Bolivia). Siguiendo a Bonet Correa, se cree que existía un busto de Carlos III en la puerta central[17].

La imagen mariana desde entonces se trasladará cada año desde la Catedral de San Juan Bautista  al recinto ferial, de modo definitivo y continuo.

En 1875 se creó la Asociación de la Virgen de los Llanos, siendo honrada con el título de «Real» por merced de Alfonso XIII en 1917.

Cabe resaltar por último  que fue el culto mariano, el que ha salvado a la feria en diversos años por la propagación de enfermedades. La villa de Albacete sufría de una insalubridad recurrente. Las aguas quedaban estancadas y su descomposición generaba  epidemias de tifus y cólera. Blanch e Illa, sitúa en  1500 cuando se tiene noticia de la primera epidemia producida por sus aguas procedentes del manantial llamado «Ojos de San Jorge». 

Desde aquel entonces las inundaciones fueron frecuentes. Llegando a rodear la villa de Albacete,  situada en lo que hoy es Villacerrada. Inundando sótanos y cuevas[18], problemas hidrológicos que fueron paliados por los diversos reyes de la Casa de Borbón hasta entrado el siglo XIX. Estos incidentes hídricos condicionaban la supervivencia en esta villa y el éxito comercial de la feria. La solución definitiva, recogida por el geógrafo danés Malte-Brun, fue la construcción del canal Real por Carlos IV, conocido por canal  de María Cristina , de una longitud de 5 leguas equivalentes a 27,8 km.[19].

En conclusión, la Feria de Albacete en honor a N.ª S.ª de Los Llanos es más que un acto comercial y lúdico. Además de su dimensión religiosa, es el símbolo de una ciudad que durante siglos ha luchado para conseguir y mantener la Virgen perdida y hallada y reconocer en ello su  linaje como ciudad. Pocas cosas hay en esta tierra con tantos siglos y ello merece una reflexión personal, sincera... y no la indolencia de lo políticamente correcto.

Frente a una globalización que genera vidas horizontales con tristes matices grises, vidas desperdiciadas, en suma, es posible que encontremos en esa historia una razón, quizás una sospecha de esperanza, que nos ilumine sobre lo esencial y no sobre lo efímero circunstancial.

Todo es cuestión de valentía, también de libertad y de verdad, en momentos en que no abundan ni lo uno ni lo otro.



[1] Espinalt y García, B.,  en su obra  Atlante Español o Descripción general geográfica, cronológica e histórica de España, por reynos y provincias»  de 1778, p. 135 califica a Albacete como una de las grandes, nobles y famosas de este reino […] .

Cabe mencionar como promotor  de la capitalidad provincial de  Albacete en   1833 frente a la influyente Chinchilla al Rmo. P. de las Escuelas Pías D. Jorge López y a  D. Miguel Fernández Cantos. Hecho que no ha tenido ni tiene mayor reconocimiento en nuestra ciudad, siendo por ello una deuda todavía pendiente y no prescrita  que los Ayuntamientos  de la ciudad deben reconocer del modo más apropiado. 

Prodigioso es el hecho de que una pequeña villa  llegue a convertirse en capital provincial frente a otras con más raigambre histórica.

[2] Menéndez Pidal, R., La época de los primeros Borbones, en «Historia de España », t. XXIX, v. I,   dir. Jover  Zamora, J.,  Espasa-Calpe, Madrid, 1985, pp. XII, XIII y 181 y ss..

[4] Real Academia de la Historia, Atlas Cronológico de la historia de España,  Ediciones SM, Madrid, 2008, p.227.

[5] Rueda Hernanz, G., España 1790-1900. Sociedad y condiciones económicas, Istmo, Madrid, 2006, pp. 94 y ss.. Razona este autor que la dificultad y retraso consiguiente de crear vías  de comunicación en España obedeció  a la orografía  montañosa y a  las diferentes cotas de altitud de los territorios, lo que encarecía- y aún hoy encarece- la construcción de infraestructura  viaria y ferroviaria.

Durante el s. XIX se intensificó significativamente por el acuerdo de las Diputaciones de construir « carreteras vecinales»  al amparo del art. 68 de la Ley de Diputaciones Provinciales de 8 de enero de 1845, vid.Martínez Alcubilla, M., Diccionario de la Administración Española, Peninsular y Ultramarina: Compilación ilustrada de la novísima legislación de España, t. VI, Madrid, 1868, p. 569.

[6] Pérez Picazo, M.T., La Economía de la Ilustración, Cuadernos del seminario «Floridablanca » , Sucesores de Nogués, Murcia, 1988, p. 134.

Archivo Histórico Provincial de Albacete, Obras varias, Legs. 481 y 482.

[7] Vid. Mellado, F.P.Guía del viajero en España, Madrid, 1852.

[8] Madoz, P., Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar,  t. I, 2ª edic., autor-editor,  Madrid, 1846, pp. 243 y ss..

[9] Pérez García, J.M.,  La Economía de la Ilustración, Cuadernos del seminario «Floridablanca » , Sucesores de Nogués, Murcia, 1988.

[10] Sánchez Torres, F.J., Apuntes para la Historia de Albacete, cit., p. 23.

[11] Xerif Aledris, Descripción de España, trad. Conde, J.A., Imprenta Real, Madrid, 1799 p. 192 que conecta con la tesis defendida por Palasui y Catalozella, E.,  Blasones Españoles y Apuntes históricos de las cuarenta y nueve capitales de provincia, Barcelona, 1867,  p.1

[12] Sánchez Ferrer, J., Guía para visitar los santuarios marianos de Castilla La Mancha, Encuentro, 1995. Madrid,  pp. 45-6.

[13] Diócesis de Albacete, Misa por el 50º aniversario de la Coronación de la Virgen de los Llanos en 28  de mayo de 2006, Diócesis de Albacete-Diputación provincial de Albacete, Albacete, 2006.

[14] Sánchez Ferrer, J., Guía para visitar los santuarios marianos de Castilla La Mancha, cit.,   pp.   46-7.
[15]  Simón Pardo, J., La devoción a la Virgen en España: historias y leyendas, p. 356.

[16] Archivo Histórico Nacional, Protocolos, 17770. Bonet Correa, A., Fiesta, poder y arquitectura: aproximaciones al barroco español,  Akal, Madrid, 1990, p. 162.

Vid.. Aranza Pérez, F.J., Letrados, juristas y burócratas en la España moderna,  UCLM- Junta Castilla La Mancha –Ministerio de Educación, Albacete, 2005,  p. 575.

[17] Bonet Correa, A., Fiesta, poder y arquitectura: aproximaciones al barroco español,  cit., p. 165.

[18] Blanch e Illa y otros, Crónica General de España, Albacete, Madrid, 1867, p. 47.

Vid.Sánchez Ibáñez, J.M.,  El Hospital de San Julián de Albacete: estudio histórico, Instituto de Estudios Albacetenses, Albacete, 1997.

[19] Malte-Brun, C., Geografía universal física, histórica, política, antigua y moderna, p. 328 y ss..

martes, 30 de julio de 2024

Recensión de la Revista de Historia Naval a la obra: «Estudios sobre Trafalgar: Tempestad, Marinos e Imperio (Spanish Edition), Sevilla, 2019».

Recensión de la Revista de Historia Naval a la obra de Lorenzo de Membiela, Juan: «Estudios sobre Trafalgar: Tempestad, Marinos e Imperio, Sevilla, 2019».

Revista de Historia Naval, núm. 148, pp. 149-154.ISSN 012-467-X 1

Interesante y detallada obra que analiza y estudia desde todos los puntos de vista el combate de Trafalgar, ocurrido el 21 de octubre de 1805 entre una escuadra británica mandada por Nelson y otra escuadra combinada francoespañola mandada por el francés Villeneuve, llevando como mando de la fuerza española a Federico Gravina. 

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El autor comienza con una justificación del estudio del combate, con un ligero análisis de la economía, la construcción náutica de la época y los esbozos de un marino de Trafalgar, en el que dentro de la amplitud del tema, en muchas ocasiones lo particulariza al estudio del navío San Agustín, su combatividad, su comandante el brigadier Felipe Jado de Cagigal, el temporal que siguió al combate, y sus efectos sobre todo en los navíos españoles Monarca, San Francisco de Asís, Rayo y Neptuno.   

A continuación, Lorenzo de Membiela entra de lleno en el estudio del combate, realizado en tres partes y un conjunto de anexos. 

La primera parte habla de «Trafalgar y su tempestad», en la que estudia el contexto del combate, sus preliminares, las tácticas desarrolladas por la flota británica y la flota combinada franco-española, y los movimientos de los barcos previos al enfrentamiento. 

Continúa con el desarrollo del combate, la capitulación, y unas amplias referencias al navío San Agustín, a su comandante Cagigal y a su dotación. 

Continúa con la tempestad que siguió al combate, los navíos naufragados, los efectos de la tempestad en otros barcos españoles, y el salvamento del Neptuno y su gente. 

La segunda parte habla de «Comercio y náutica: navíos de Trafalgar», con referencias a las Marinas de países como Holanda, Francia e Inglaterra, el comercio español hasta el siglo XVIII, la náutica española de los Austrias hasta el siglo XVIII y la de los Borbones hasta el siglo XIX, con citas de diferentes ordenanzas y sistemas de construcción naval (Gaztañeta, Jorge Juan, Gautier, Landa, Retamosa, etc.) .

En la tercera parte, titulada «Testimonios de un marino de Trafalgar», el autor hace referencia sobre todo a su antepasado y combatiente en Trafalgar, Santos de Membiela Rico (Madrid, 1763-Vivero, 1852). Habla de la Batalla de Brión de agosto de 1800, en la que los ingleses fueron derrotados tras desembarcar en Doniños para intentar apoderarse de Ferrol. Y continúa con la capitulación de Ferrol en 1809, en la Guerra de la Independencia contra los franceses. 

Cierran el libro varios anexos sobre correspondencia, uniformes, anclas, planchas de los navíos, escalas de vientos y mares, y otros asuntos. 

Es una obra muy completa, que de forma a veces muy resumida, proporciona una gran información sobre el fatídico combate de Trafalgar, su entorno, sus barcos, sus gentes, su desarrollo y sus consecuencias.





domingo, 28 de julio de 2024

Santiago apóstol, patrón de España, desde hace más de 1000 años.

 

 Santiago apóstol, patrón de España,  desde hace más de 1000 años.

 Juan B. Lorenzo de Membiela 



Fuente: Wikicommons

La festividad de Santiago es un día grande para los españoles y para quienes se sientan unidos a la cultura de España en cualquier lugar del mundo: en Asia y en nuestras Filipinas y Marianas, en América, en África, en Europa … 

Un modo de proceder, durante siglos, que integró culturas, y evitó diferenciar a las gentes por razón de raza, origen y condición. Esa fue nuestra idiosincrasia alentada por la voluntad firme de la Corona que hizo suya los principios humanistas de la Escuela de Salamanca. 

Los hechos quedaron plasmados en los anales de la historia. Esa que no es negociable. Que no admite más interpretaciones que las derivadas de lo que pasó y no pasó, del rigor de los datos, pero no de lo que pudo haber sucedido o de versiones prefabricadas por las máquinas del fango que confunden hechos con emociones personas e íntimas.

Por todos los continentes se dejaron legados de piedra inmunes a la erosión: catedrales, universidades, hospitales, casas de socorro, audiencias, ayuntamientos, mercados y toda una infraestructura urbana y no urbana que precisan las ciudades para proyectarse al futuro.  

Las construcciones religiosas no solamente fueron y son centros de devoción, sino también centros sanitarios, de cultura y educación. Toda una civilización fue entregada con sinceridad, y de su éxito nos habla su permanencia en todos los puntos cardinales del mundo.

Nada hubo distinto en los virreinatos o en las antiguas provincias de ultramar de España que no hubiera en la Península, porque en la unidad nada se distingue, nada se relega, nada se cosifica. 

Hay que citar en fechas no muy lejanas la vacunación contra la viruela   decidida por Carlos IV para inmunizar a todo el imperio. Cosa que a principios del s. XIX fue hecha por la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, dirigida por el médico alicantino Balmis.  Desde 1803 a 1806, por mar y por tierra, esta gesta   salvó la vida a millones de personas.

Puede comprobarse el agradecimiento de los pueblos que la recibieron, con la construcción de estatuas en honor a Carlos IV. Tanto en México DF como en Manila pueden hoy contemplarse estas efigies como tributo a un monarca que amó a sus gentes.

España, en su tiempo largo de historia, empleando la metodología de Braudel, siempre ha sido así. 

La Corona transmite este conjunto de valores que esculpe todo lo bueno que ha supuesto España para los siglos y para el mundo. Una institución secular que promueve la libertad y la protección, para un hoy y para un mañana. Una institución que hace más de 1 000 años adoptó a Santiago como protector y patrón de una nación que tiene una personalidad característica.

En estos tiempos de posverdad, en donde nada parece lo que es y lo que no es, en donde los significados de las palabras se oscurecen a capricho, solo las cosas que florecen en el tiempo ayudan a distinguir lo útil, bueno y propio, de lo falso y extraño.

España siempre ha sido un referente de los valores del Occidente que han producido prosperidad, justicia y paz. Olvidarlos para adoptar otros que prescinden de los referentes, de la personalidad de una civilización, solo pueden producir un hombre distinto, más contingente, más frágil y mucho más solitario.  











martes, 16 de julio de 2024

A propósito de la Virgen del Carmen (micro ensayo)

 A propósito de la Virgen del Carmen  (micro ensayo)

por  Juan B. Lorenzo de Membiela


Por Real Orden de 19 de abril de 1901 se designa como patrona de la Marina de Guerra española a N.S. del Carmen. La disposición normativa fue rubricada por la reina regente Da. María Cristina de Habsburgo y el ministro de Marina, D. Cristóbal Colón de la Cerda, duque de Veragua.

Fuente: Wikicommons.
Emblema del Carmelo.


Sin embargo, la devoción a N.S. del Carmen es muy anterior en el tiempo. La Real Orden así lo cita cuando indica que era una devoción practicada entre todos los navegantes, militares o civiles, pescadores y gentes de la mar de toda ocupación. Vemos que la costumbre arraigada y viva eclosiona, en ocasiones, en el dictado de la ley.

El Carmelo es una montaña elevada de Israel, situada en Haifa. Su cima es lo primero que se divisa desde las embarcaciones que arriban por el mar Mediterráneo con peregrinos y viajeros. Es conocida desde tiempo inmemorial por dos sucesos relevantes: es el lugar en donde el profeta Elías encontró refugio para protegerse de los enemigos de Jehová. Tambien desde el Monte Carmelo, el siervo de Elías, Eliseo, vio acercarse una nubecilla desde el mar que hizo desaparecer la sequía que asolaba el lugar, suceso relatado en la Biblia en Reyes 18,19-46.

Carmelo o Carmen proviene de la palabra hebrea Karmel o  Ain Karem que significa jardín de Dios. Los místicos y exegetas a principios del cristianismo identificaron la pequeña nube procedente del mar como una representación de la Virgen María, encontrando en el monte Carmelo el recogimiento necesario para orar a semejanza, como lo hizo el profeta Elías.

En el s. XII los religiosos del Carmelo construyen una ermita en homenaje a la Virgen en su advocación de Estrella de los Mares , Stella Maris , en latín, dando paso a la orden del Carmelo que se extendió por toda Europa.

En la transfiguración de la Virgen al prior del monasterio de Aylesford, Cambridge , S. Simon Stock  el 16 de julio de  1251 le ofrece el escapulario que será signo distintivo de la orden religiosa. Fue este santo quien llamó a N.S. del Carmen, estrella de los mares en sus muchas plegarias.

En Capítulo General de la orden en Inglaterra en 1254 se ordenó fundar en España oratorios y conventos que en un primer momento lo fue en ciudades de la corona de Aragón. El primer convento fue levantado en Perpiñán entre 1265 y 1269, por entonces perteneciente a la corona de Aragón, es decir, a España. Siguió  la arquitectura de edificaciones levantadas en Palma de Mallorca y Valencia. Fue promovida su devoción por Jaime I y su nieto Jaime II.

En Castilla, la primera fundación lo fue en Valladolid en el convento de S Pablo de la Moraleja en 1315. Llegó a Sevilla en 1358 creándose la provincia bética carmelita en 1499. En 1562 se crea el primer convento de las carmelitas descalzas por Teresa de Jesús y Juan de la Cruz . En 1587 se ubican en Jerez.  Entre otras construcciones cabe destacar la existente en Lietor (Albacete) del año 1700.

Desde que   España se adentró en los océanos, más allá de los confines conocidos, en latitudes suscritas en los mapas con la expresión hic sunt dracones, siempre los frailes del Carmelo, como capellanes, asistieron a los marinos.

Grandes generales y héroes de la Real Armada profesaron un gran devoción a N.S. del Carmen. Entre ellos debe citarse Antonio Barceló y a Juan Jose Navarro de Viana.

Durante siglos la protección de N.S. del Carmen a los marinos y marineros ha sido constante e intenso, hechos pueden mostrarse muchísimos, pero solo citar que este auxilio ha motivado una devoción y culto muy férreo en los corazones de todas las gentes de mar. Ha resistido a la degradación de los tiempos y al escepticismo que barre las sociedades despojando al hombre de su dignidad.

Prácticamente en casi todas las embarcaciones, grandes o pequeñas, se encuentra un pequeño rincón en donde se halla una imagen de la Virgen del Carmen. Ante lo terrible de una tempestad, ese espacio es el único punto en el barco en donde encontrar alguna seguridad y esperanza que derrote al espanto que provoca la desesperación ante lo inminente .

Como escribí en 2020 : "Su auxilio en mares tempestuosos, como en la adversidad de la vida, nunca es olvidado. ¿Cómo olvidar a alguien que es capaz de arrojar su manto hasta lo más profundo a donde el hombre es capaz de sumergirse? (...) ".