Automóviles por hidrógeno,
la confrontación de las renovables ( 3 min.).
Juan B. Lorenzo de
Membiela
Fue
en 1839 cuando William Grove demostró
que el hidrógeno produce corriente eléctrica a partir de una reacción electroquímica entre
hidrógeno y oxígeno[1]. Aunque
el fenómeno fue descrito teóricamente en
el año 1806 por el químico británico Humphry Davy[2].
En
la actualidad la incidencia de la teoría
del pico de Hubbert tambien conocida como «cenit del petróleo» o «agotamiento
del combustible fósil», motiva la búsqueda de energía alternativa[3].
Entre muchas, el hidrógeno líquido ha
despertado y despierta un atractivo singular.
Entre
1950-1959, la NASA patrocinó un proyecto
denominado «Bee Project» aplicando la tecnología del hidrógeno a la
aviación. Fue desarrollado por el técnico de laboratorio Silverstein. La aeronave elegida fue el bimotor bombardero B-57B impulsado por un Curtiss Wright J-65 turborreactor.
Demostró en 1959 su idoneidad como combustible
superados diversos vuelos[4].
El hidrógeno no existe como tal en la naturaleza sino que es extraído en
combinación con gas natural, carbón,
biomasa, agua, aguas residuales, basuras domésticas... Es la tecnología para extraerlo y su coste, lo que impide sea considerado como fuente energética primaria.
El almacenamiento y distribución constituyen otros inconvenientes.
Pero
el hidrógeno presenta muchas ventajas:
una gran capacidad energética, una contaminación inexistente, una materia prima
inagotable como es el agua y una gran estabilidad en su almacenamiento.
OHL, compañía
dirigida por Villar Mir, ha sido adjudicataria de una planta para la extracción
de Hidrógeno para PEMEX en México
(Diario «Expansión » de 12 julio de 2013). Aunque ha sido en Galicia en donde
se ha instalado la primera estación de
hidrógeno en España (Diario «La Voz de
Galicia » de 14 de enero de 2008).
Es
más, se vislumbra como solución para evitar
el desaprovechamiento de los excedentes de energía eléctrica, eólica y fotovoltaica, al ser convertida en hidrógeno mediante
electrolisis. Que hay mucha desaprovechada en nuestro país en un sinsentido regulatorio
en plena crisis económica.
La
industria de automoción ha elegido como almacenamiento las pilas
de combustible de membranas
intercambiadoras de protones. Se estima que son dos o tres veces más eficientes que un motor de combustión fósil. La energía derivada de 1 kg de hidrógeno equivale al proporcionado por un 1 l. de gasolina.
Las
estaciones de servicio para suministrar hidrógeno a la automoción se encuentran casi en su totalidad en California
y Columbia (EEUU), contabilizándose únicamente 10. La inexistencia de
surtidores en España y en la mayor parte de Europa constituye
un reto innovador con resultados
prometedores.
Son
pocas e insuficientes, máxime cuanto la empresa Toyota planea lanzar al mercado su primer automóvil por hidrógeno a partir de 2015-2016 que fue presentado en
el Salón Tokyo Motor Show 2013. Su autonomía será de 500 km y su tiempo de
recarga de 3 min. (Diario «Expansión » de 21 de noviembre de 2013). Tambien Honda se suma a esta
tecnología (Diario «El Economista » de 22 de noviembre 2013).
Otra
empresa automovilística que se adentra en el hidrógeno es Hyunday con el ix35
Fuel Cell con pila de combustible con una autonomía de 600 Km, alcanzando
las 2000 unidades para 2015 destinado a
alquiler de flotas.
Tambien
la alemana BMW desarrollará un vehículo
con pila de hidrógeno para 2016 que es la misma pila empleada por Toyota.
El
protagonismo del hidrógeno ha generado nerviosismo a los fabricantes de coches eléctricos,
véanse las declaraciones de Musk, cofundador y consejero delegado de Tesla. O
las manifestaciones de Ghosn, de la alianza Renault-Nissan, líder del
mercado de coches eléctricos con modelos como el Nissan Leaf o los Renault
Twizy y ZOE (Diario «El Economista» de 22 de noviembre 2013).
El hidrógeno constituye un paso más allá del coche eléctrico. Y en
los próximos meses se avecinan
confrontaciones industriales en defensa de las distintas tecnologías.
¿Qué ocurre en España? Solamente la Comunidad de Aragón posee una Fundación para el desarrollo
de las nuevas tecnologías del hidrógeno. Estudia el potencial de
almacenamiento a gran escala de electricidad renovable a través del almacenamiento subterráneo de
hidrógeno.
En cuanto al almacenamiento debe citarse la labor de un equipo de científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley más
conocido como «Berkeley Lab» o «LBL», dependiente del Departamento de Energía
de EEUU.
Emplean un nuevo material llamado nanocompuestos de magnesio en
aire estable, que facilita el
almacenamiento de hidrógeno sin metodología compleja[5]. Este nano-compuesto es un material
flexible capaz de absorber y liberar hidrógeno a una temperatura ordinaria sin
oxidar el metal.
Ante una implantación que se vislumbra como plausible ¿qué estrategias
deben desplegar los operadores públicos y privados?
[1]
http://www.ambientum.com/revistanueva/2005-09/hidrogenomorgades.htm
[2]
Artero, V.; Guillet, N.; Fruchart, D. y Fontecave, M. (2012): «Hidrógeno: ¿una alternativa para el
fututo?», Investigación y Ciencia, octubre, p. 50.
[3] http://www.monografias.com/trabajos63/tercera-crisis-mundial-petroleo/tercera-crisis-mundial-petroleo2.shtml
[4] http://history.nasa.gov/SP-4404/ch6-4.htm
Vid. David B. Fenn, Loren W. Acker, and Joseph S. Algranti, "Flight
Operation of a PumpFed Liquid Hydrogen Fuel System," TMX-242 (NASA. 1960).
[5]http://www.alternative-energy-news.info/hydrogen-generation-storage-nano
technology/#disqus_thread