Junto a la soledad de los números, no debe olvidarse que los procesos productivos de cualquier economía descansan sobre la persona.
La
competencia que surge eleva los niveles de estrés y de angustia en
los empleados y empleadores.
Como
declara Sennet, en los mercados en los que el ganador se lleva todo,
los riesgos son grandes. Los mercados internos incrementan más aún los
riesgos de ansiedad, pues la línea divisoria entre competidor y compañero de
trabajo se vuelve más difusa (Sennet, 2006: 49-50).
En
Half Moon Bay (California),
en mayo de 2008, un grupo de gestores, innovadores, inversores, académicos,
consultores, implementaron las bases para el Managemet 2.0 (Hamel, 2012:308).
Uno de los objetivos de esta nueva era de la gerencia es defender un humanismo
en cualquier clase de organización.
El hombre como fin y no como medio.
El
hombre como sujeto y no como complemento de la competitividad.
Es lo que debe
ser y a lo que debe tender toda declaración «ética» que como tal deba tenerse.
Las
propuestas para fundamentar organizaciones
nuevas y productividades nuevas son las siguientes:
Propuesta núm. 1
Asegurar que la gestión sirva a un propósito más elevado.
La
maximización de las riquezas carece de poder para movilizar las energías de los
empleados. No es suficiente para fidelizar conductas e inespecífica como
para promover innovación ascendente de lo operativo a lo ejecutivo.
Propuesta
núm. 2 Incorporar el ethos de la comunidad y ciudadanía.
Se
impone progresivamente la cooperación entre organizaciones supeditando el
atávico ritual del « ganar o vencer ».
Propuesta
núm. 3 Humanizar el lenguaje y la práctica de los negocios.
Porque
los objetivos de las organizaciones carecen del poder de apasionar el corazón
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Del libro:
Lorenzo de Membiela, Juan B., (2014) : «Fundamentos de recuperación empresarial » , Valencia.