Una proteína de los tardígrados protege contra las radiaciones (noticia)
Los tardígrados, u osos de agua, son animales microscópicos rechonchos que se asemejan a un cruce entre una oruga y una rata topo desnuda. Estos invertebrados acuáticos son unos supervivientes consumados, capaces de soportar una serie de condiciones extremas, entre ellas la casi total deshidratación y los rigores del espacio.
Ahora, un trabajo recién publicado en Nature Communicationsha identificado lo que otorga al tardígrado sus superpoderes: una proteína protectora que proporciona resistencia a los dañinos rayos X. Además, los investigadores han logrado transferir esa resistencia a células humanas.
«Se cree que la tolerancia a los rayos X es una característica secundaria a la capacidad de adaptación de los animales a la deshidratación extrema», explica Takekazu Kunieda, biólogo molecular de la Universidad de Tokio y autor del estudio. De acuerdo con Kunieda, la deshidratación extrema causa estragos en las moléculas de los seres vivos. Incluso puede destruir el ADN, al igual que los rayos X.
Los investigadores deseaban averiguar cómo se protegían los tardígrados contra unas condiciones tan duras. De este modo, Kunieda y sus colaboradores comenzaron por secuenciar el genoma de Ramazzottius varieornatus, una especie particularmente tolerante al estrés. Resulta más fácil estudiar los procesos dentro de las células del tardígrado cuando se inserta el genoma del animal en células de mamífero, comenta Kunieda. Así que los investigadores decidieron manipular cultivos de células humanas para que produjeran los componentes de la maquinaria interna del tardígrado, con el fin de determinar qué partes conferían a los animales su resistencia.
En última instancia, Kunieda y sus colaboradores descubrieron que una proteína conocida como Dsup evitaba que la radiación y la desecación destruyeran el ADN del animal. Y también hallaron que las células humanas con ciertos componentes celulares del tardígrado lograron suprimir en un 40 por ciento los daños inducidos por los rayos X.
Revista Investigación y Ciencia