Buscar este blog

martes, 10 de mayo de 2016

Calumnia, que algo queda ( estrategia)

La mayoría de ocasiones los infundios se realizan de manera premeditada y con la intención de dañar la imagen de alguien.

A esta práctica se la conoce comúnmente como ‘Calumnia, que algo queda’

Como expresión llegó hasta nosotros a través del filósofo y escritor inglés Francis Bacon en su obra, de 1625, ‘De la dignidad y el crecimiento de la ciencia’ (De Dignitate et Argumentis Scientiarum) en la que aparece en la manera: ‘Calumniad con audacia; siempre quedará algo’.

Aunque en realidad, la expresión recogida por Bacon no era más que un antiquísimo dicho popular en latín: ‘Calumniare fortiter aliquid adhaerebit’ (La calumnia se adhieren fuertemente algo) que él había adaptado en su mencionado libro.


Posteriormente, en la obra de teatro ‘El barbero de Sevilla’  (también titulada ‘La precaución inútil’) que Pierre-Augustin de Beaumarchais  escribió en 1775 aparecía en la forma ‘Calomniez, calomniez, il en reste toujours  quelque chose’ (Calumnia, calumnia, siempre queda alguna cosa) y  posteriormente, en 1810, la frase alcanzó el cenit de popularización tras ser  incluida por el célebre compositor italiano Gioachino Rossini en su ópera  ‘El barbero de Sevilla’ (basada en un libreto de Cesare Sterbini que a sus vez  se basó en la obra de Beaumarchais) en la que la aria de la calumnia dice así:

La calunnia è un venticello,
un’auretta assai gentile
che insensibile, sottile,
leggermente, dolcemente
incomincia a sussurrar.




Ante ataques de esta catadura que lesionan la reputación y la imagen de una persona o empresa ( frecuentemente como estrategia comercial) siempre estan los arts 205 Código Penal, que deben emplearse porque a nadie se le pùede negar su defensa:

Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.

Y art. 206:

Las calumnias  serán castigadas con las penas de prisión de seis meses a dos años o multa de  doce a 24 meses, si se propagaran con publicidad y, en otro caso, con multa de seis a 12 meses.

No es un comportamiento propiamente deportivo o de deportistas, yo creo más bien que se debe a disimular fracasos comerciales  por propia incompetencia.