El futuro del trabajo (FMI)
«La economía digital erosionará fuertemente la relación tradicional entre empleador y empleado».
La confluencia de dos fuerzas digitales
cambiará drásticamente el lugar de trabajo
del mañana, provocando una fuerte reducción de
la relación tradicional empleador-empleado. Las
nuevas plataformas permiten que la actividad económica
se organice en formas que desplazan mucho
de lo que tradicionalmente hacían los trabajadores a
tiempo completo dentro de una organización hacia
una multitud de emprendedores individuales y trabajadores
por encargo (on-demand).
El resultado es
una economía basada cada vez más en una relación
de corto plazo con trabajadores independientes
antes que en el empleo a tiempo completo.
Fuente: Imagebase. Licencia CCO |
A la vez, la inteligencia artificial y las tecnologías
robotizadas cumplen cada vez mejor las tareas
cognitivas y físicas que conforman gran parte del
trabajo actual, lo que presagia la automatización
de actividades humanas complejas, como conducir
un vehículo o administrar un proyecto, y altera
una variedad de ocupaciones como la abogacía, la
consultoría, el comercio minorista y el transporte
[…]
En un informe titulado “La tecnología y la economía estadounidense”,
elaborado para el presidente de Estados Unidos
por la Comisión Nacional de Tecnología, Automatización y
Progreso Económico, se expusieron preocupaciones similares:
“Algunos han expresado temor de que en el futuro cercano el cambio tecnológico no solo cause cada vez más desempleo,
sino que finalmente elimine todos los empleos, excepto unos
pocos, siendo la mayor parte de lo que hoy llamamos trabajo
realizado automáticamente por máquinas”.
Capitalismo de colaboración masiva
El sinfín de proyecciones acerca del gran número de empleos
actuales susceptibles de ser automatizados en las próximas
décadas no es entonces motivo de un pánico generalizado e
inmediato. Pero la confluencia de las dos fuerzas —un aumento
del trabajo autónomo y las crecientes capacidades cognitivas
de las máquinas— podría exigir un cambio del modelo social
para ganarse la vida. Los efectos de la automatización […]
En el futuro, el aspirante a abogado asociado de hoy podría
ser en cambio un pequeño bufete que opere a través de una
plataforma de servicios jurídicos. Eso le permitiría al abogado
joven acceder a clientes corporativos que la plataforma agrupa
y cultiva potenciando al mismo tiempo las capacidades de
investigación jurídica basadas en la inteligencia artificial. Los
microemprendedores podrían dirigir empresas de transporte
urbano o de camiones locales usando flotas de vehículos
autónomos a través de una plataforma. Una empresa internacional
de consultoría podría transformarse en una plataforma
a través de la cual millones de personas realicen prácticas de
microconsultoría (o incluso formen pequeñas sociedades).
Repensando la educación
Ese futuro de capitalismo colectivo a gran escala exigirá
un replanteo fundamental de la educación postsecundaria.
Países de todo el mundo, sobre todo Estados Unidos, han
invertido fuertemente en universidades e institutos de educación
superior que preparan a su fuerza laboral en una etapa
temprana de la vida para una carrera de empleo a tiempo
completo.
Los desafíos que hoy enfrenta la fuerza laboral de los
mileniales parecen bastante abrumadores. Sin embargo, si la
sociedad juega bien sus cartas, el mañana puede ofrecerles un
mejor lugar. Como hemos aprendido de Thomas Piketty en su
libro de 2014, Capital in the Twenty-First Century [El capital
en el siglo XXI], la causa más importante de la persistente desigualdad en las economías modernas es la concentración
de la propiedad del capital. Los países cuyas políticas públicas
guíen la economía hacia un futuro de genuino capitalismo
colectivo y creen una propiedad del capital auténticamente
descentralizada también pueden gozar de una menor desigualdad
como afortunado subproducto. Al obligarnos a rediseñar
nuestro mundo laboral, quizá las máquinas digitales también
nos muestren un sendero hacia la sociedad más equitativa que
hemos buscado durante años[…].
Fuente: FMI (Fondo Monetario Internacional)