Schumpeter y el empresario innovador (micro-ensayo)
Es J.A.
Schumpeter, en su libro «Theorie der wirtschftlich entwicklung» (Teoría del
desarrollo económico) [1] de 1911, quien define la función del
empresario con innovar, identificar y fabricar
nuevas posibilidades o combinaciones en la actividad económica. Comprendería
cualquier actuación no hecha hasta entonces, entre ellas[2]:
1. La localización de una nueva fuente de aprovisionamiento de materias primas.
2. Las mejoras incorporadas a los procesos de producción.
3. La introducción de un nuevo bien en el mercado.
4. La apertura a nuevos mercados.
5. La introducción de modificaciones en la organización de los negocios, dando lugar a nuevas formas organizativas.
La teoría
del empresario innovador se integra
en la teoría económica. Relaciona su actividad y su ganancia con el
desequilibrio en la economía. Su aportación decisiva fue conectar esos
desequilibrios con su acción que genera desarrollo económico[3].
El empresario innova pero no asume el riesgo. Este es
soportado por quien aporta el capital.
Integra como empresario no solamente a los hombres de
negocios independientes sino a todos quienes realicen de hecho cualquier
función empresarial, tanto si son dependientes o empleados de una compañía, sean
directores, miembros del consejo de administración o accionistas mayoritarios.
Excluye de la definición a los gerentes y consejeros
industriales que se limitan a explotar negocios establecidos.
La función de dirección cuando las circunstancias son
normales no pasa de ser un ejercicio mecánico sin mayor aportación. Lo que
define la excepcionalidad del empresario son las acciones que acomete fuera de
las rutinas.
Esa actividad contiene la función del liderazgo. Fuera
de los cauces ordinarios, en donde no se dispone de información para decidir, el éxito depende de la intuición y en ella
radica el liderazgo del empresario.
Fundamenta la Teoría del empresario innovador. El empresario como innovador o agente
principal del desarrollo económico capitalista consecuencia del cambio
tecnológico. Liderazgo innovador que justifica su beneficio como renta residual
de la economía.
Para Von Mises,
el ejercicio de la « empresarialidad » implica la «especial perspicacia » a la
que Kirzner refiere con «estar alerta » haciendo posible al hombre
descubrir y darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor[4]. Es lo que denomina Mises «mirar al futuro con ojos de historiador».
La empresarialidad de Mises es una actividad
equilibradora de los precios, de unas mismas mercancías, que satisface los
deseos de los consumidores para alcanzar beneficio.
Diferencia entre una actividad empresarial y otra actividad gestora. Esta se haya
subordinada a la primera.
Distingue al
director del empresario en tanto que el primero nunca llega a ser responsable
patrimonial de las pérdidas. Este criterio diferencia a Mises de Knight para
quien no existía diferencia entre el director asalariado y el empresario que
dirige su negocio.
El estado de
alerta del empresario, propio de la acción humana en la tesis de Mises, es
un talento para descubrir y apreciar oportunidades para obtener beneficio.
[1]
Schumpeter, J.(1911): «Theorie der wirtschftlich entwicklung (trad.: The Theory of
Economic Development: An inquiry into profits, capital, credit, interest and
the business cycle)», Leipzig: Duncker & Humblot.
[2] Claver Cortés, E., Llois
Taverner, J., Lloret Llenares, M y Molina Manchón, H.(1998): «Manual de
Administración de empresas», cit., p. 64.
[3] Isabel Dopacio, C. y
otros (2004): «Fundamentos y Aplicación de la Economía de Empresa», Madrid:
Paraninfo, p. 249.
[4] Von Mises, L. (1968): «La
acción humana. Tratado de Economía », Madrid: Sopec, pp. 56 y ss..