«[…]Lo
que sentimos cuando es violado un santuario religioso es indignación: Indignación
porque la protección de la religión es un valor al que nos hemos comprometido profundamente
como sociedad […] »
Marta C. Nussbaum (2009), de su obra: «El ocultamiento de lo humano.
Repugnancia , vergüenza y ley».
Repugnancia , vergüenza y ley».
Fuente: Pixabay. Licencia CC0 |
Con independencia de la identidad del finado, toda profanación es un acto de barbarie porque toda res sacra merece protección. Es lo infungible de la cultura que compartimos con Europa.
No es estético, ni en España, ni fuera de ella.
Enfrentarse a ilustres inertes envilece y denigra a un combatiente oportunista a quien resulta más cómodo remover tumbas que afrontar una actualidad que reclama soluciones que dinamicen a un país frente a una desaceleración economica que es inminente: mejores medios, equipos más preparados, personas con visión de futuro, más inversión en tecnología e inteligencia artificial para que España se consolide como país amable para invertir.
Enfrentarse a ilustres inertes envilece y denigra a un combatiente oportunista a quien resulta más cómodo remover tumbas que afrontar una actualidad que reclama soluciones que dinamicen a un país frente a una desaceleración economica que es inminente: mejores medios, equipos más preparados, personas con visión de futuro, más inversión en tecnología e inteligencia artificial para que España se consolide como país amable para invertir.
El politico multitemporal no existe, o se gobierna para un pasado abandonando un presente o se toma el pulso a un futuro que se atisba con desafíos complejos.
La tesis cuántica de que el futuro-presente afecta al pasado no está demostrada.
jlm