Mascarilla,
distancia de seguridad, higiene y ventilación : no es tan complejo.
Juan B. Lorenzo
de Membiela
Terrence W.
Deacon dijo que la realidad es simplemente un instrumento de supervivencia.
¿Pero qué supervivencia? A priori, la que facilite retornar a la vieja
normalidad, pero antes de eso, la que controle la propagación de un virus
hospedado en humanos, quiero decir, la que controle a los humanos para no
propagar el virus.
Las recomendaciones sanitarias obligatorias nunca han sido cumplidas con agrado. La experiencia acumulada por organismos internacionales puede acreditar este fenómeno. Son acatadas cuando no se opongan a intereses o gustos personales y sean conformes a nuestras creencias. Pero claro, dejar al arbitrio de cada cual la propagación de una epidemia letal es una liberalidad que excede, con mucho, los derechos individuales reconocidos en declaraciones internacionales porque compromete, sencillamente, la vida de otros.
Se ha sugerido
por psicosociólogos el empleo de información veraz y la adopción de decisiones gubernamentales
transparentes y consecuentes con las circunstancias que abruman a la sociedad.
El deber de informar fidedignamente es fundamental para que los ciudadanos
asuman compromisos. Censurar y minimizar el riesgo no ha traído otras
consecuencias que banalizar acontecimientos. De ello hay antecedentes en la
gripe de 1918…
En octubre de
2020 Europa ha recobrado el protagonismo como epicentro de la pandemia declara la
OMS. Ante esta coyuntura la Comisión ha recomendado «paciencia y disciplina»
para detener el virus. Es un mensaje
directo y escueto. Se han utilizado sustantivos que describen realidades, sin
adjetivos que las modifiquen. No hay espacios para la duda, tampoco para la evasión
y diferentes naciones del mundo han elaborado estrategias para acometer este
resurgimiento vírico.
Unas han optado
por el testeo masivo de habitantes.
Islandia la aplicó con éxito desde el principio de la
pandemia, en el mes de febrero, a todos sus ciudadanos y de manera gratuita.
Eslovaquia, durante el 31 de octubre-1 de noviembre, testeó
masivamente a sus 5.4 millones de habitantes en 5.000 puestos de atención.
Distribuidos por toda la nación fueron atendidos por el ejército, la policía y
45.000 sanitarios. En la semana próxima, 7 y 8 de noviembre, se realizará otro
ensayo similar.
También
adoptarán esta técnica Luxemburgo y Mónaco.
Gran Bretaña, acordó sumarse a esta estrategia después de un comienzo
dubitativo en donde se tanteo la inmunidad de grupo como remedio que es
desaconsejado por la OMS. El día 6 de noviembre comenzó la llamada Operación Moonshot
en la ciudad de Liverpool. El ejército con 2.000 efectivos, han examinado a
una población de 454.000 habitantes mediante pruebas rápidas. No solamente
utilizaran pruebas PCR y pruebas de flujo lateral o inmunocromatografia
coloidal sino principalmente la novedosa RT-LAMP (Amplificación isotérmica
mediada en lazo de transcriptasa inversa) empleando saliva
y con una fiabilidad
del 97% . El laboratorio ha sido instalado en el Hospital de Liverpool del
Servicio Nacional de Salud.
Alemania, en la primavera de 2020, practicó pruebas diagnósticas
a través de redes públicas, redes privadas de carácter mutualista, laboratorios
nacionales y hospitales. En el mes de marzo de 2020 alcanzaron, según el
virólogo Christian Drosten, las 500.000 pruebas semanales.
Se optó no por pruebas
masivas sino algo más selectivo siguiendo las directrices del Instituto Robert
Koch. La capacidad diagnostica alemana alcanza 1.500.000 PCR semanales. El análisis
se realiza junto a otras medidas y no como un fin en sí mismo. Una de las
decisiones adoptadas para proteger a residencias de mayores es facilitar veinte
pruebas rápidas mensuales por residente para analizar visitas. Otra, la de
realizar test en los centros escolares para ponderar el índice de contagio. En
esta carrera contra el virus la innovación es una profilaxis poderosa.
Fuente: Pixabay. Licencia CC0 |
Junto al empleo
de mascarilla, distancia de seguridad e higiene se ha añadido la ventilación de
espacios cerrados para este otoño-invierno de 2020.
En otros lugares
han optado por otros procedimientos.
Taiwán ha prescindido de pruebas masivas y
confinamientos al haber adoptado medidas de prevención anticipadamente. La transparencia gubernamental ha sido
esencial para obligar a los ciudadanos a fidelizar las instrucciones
recibidas. Donó millones de mascarillas a la Unión Europea y a otros países en
los proemios víricos del invierno.
La tecnología ha
jugado un papel crucial: geolocalización, inteligencia artificial, big data
y medidas de intendencia como disponibilidad de máscaras en todo momento. Nueva
Zelanda se inspiró en las medidas de Taiwán con resultados muy
satisfactorios.
Corea
del Sur, ha
sido el país más eficiente en gestionar la pandemia sin necesidad de
confinamientos. Los cinco puntos fundamentales que son resaltados por el analista
Guy Sorman, son los siguientes:
1.Intervenir
en el momento justo.
2.Estrategia
uniforme y sistemática en todo el territorio.
3.Rastreadores
y geolocalización personal.
3.
Test masivos por colaboración gobierno- biotecnológicas nacionales.
4.Comunicación clara, precisa y rigurosa.
El
curso de los acontecimientos arroja un resultado sugestivo. Se vence al virus
aplicando disciplina social, transparencia pública y tecnología. Pero las rutinas,
la oposición al cambio, persisten, impermeables a un medio hostil y en
constante mutación. Herber Spencer
afirmó en 1855 la idea de la evolución como la supervivencia de los más
capaces ante medios anómalos.