Se recoja
explícitamente en las leyes o no, la jerarquía es un principio estructurador de
toda Administración Pública en cualquier tiempo. Es el elemento más
característico de la burocracia que cabe identificarlo con la «dominación
legal» sociológica de Max Weber. De ahí la concomitancia necesaria entre burocracia
y jerarquía. Como antecedente normativo mediato, fue recogido por la Ley de
Régimen Jurídico de la Administración del Estado de 1957. Plasmado en la CE de
1978 y otras normas de organización hasta la últimamente publicada Ley 40/2015,
de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Púbico.
La burocracia no ha
recibido críticas amables. Ha sido denostada por todos, pero nadie ha ofrecido
un sistema de organización alternativo que pueda sustituirla. Por descontada su vigencia, el concepto
burocrático impermeable al medio está siendo sustituido por otro en donde la
eficiencia y no la orden jerárquica per
se sea el fundamento del sistema. Y en donde el elemento humano sea algo
más que un simple número de registro personal.
Juan B Lorenzo de Membiela