Ejemplos de innovación: entre lo público y lo privado (2 min.)
(Discontinuidades emergentes para Ayuntamientos: «Patrimonio Europeo» )
por
Juan B Lorenzo de Membiela
Sin atractivos turísticos destacados, implementar una estrategia
económica para explotar este recurso se hace difícil. No hubo una previsión
planificadora; los tiempos se centraban en la inversión inmobiliaria: a unos porque la promoción de viviendas
resultaba un negocio rentable, a otros, porque entre compra en plano y vivienda
construida producía plusvalías muy respetables. Y otros , en fin, porque esperaban un momento de
máximo beneficio que nunca llegó.
Se quiso desconocer que los negocios,
como las inversiones, tienen un componente aleatorio e incierto, un
lado oscuro, el opuesto al beneficio, que nadie previó y
nadie quiso ver. Una mano invisible, en terminología de Adam Smith, que
mueve los hilos de los factores de fortuna.
Las administraciones intervenían en esta
gestión mediante sus actividades de ordenación, planificación y tributación. Dados los ingresos por estos
conceptos las tesorerías públicas obtenían excedentes sustanciosos,
una sostenibilidad momentánea basada en las transacciones de unos presentes sin
futuro. Los gestores políticos, en su constante afán de maximizar perspectivas
políticas, invertían sobre este panorama, planificando servicios para
satisfacer un hedonismo social difícil de saciar. No advirtieron, salvo
algunas excepciones, de que existe la ética de la responsabilidad respecto a las consecuencias de los actos
presentes en el futuro.
Desde hace unos años esa fórmula simple,
promoción-venta-tributación, está rota y surge el imperativo de mantener
unos servicios diseñados para unos presupuestos hoy y ayer insuficientes.
La contención del gasto mediante una mayor racionalización, sea compensación,
sea reorientación estratégica hacia otras áreas, son soluciones. Pero sería necesario encontrar otros espacios
empresariales nuevos, diferentes a los operativos que están lastrados por una
hiperregulacion administrativa.
Sin duda hay un nuevo paradigma
público por el cambio de paradigma en lo financiero. No se trata de
administrar tan solo sino también de crear oportunidades que compensen pérdidas
y además produzcan beneficios. Se supera el imperativo ideológico de que los
servicios públicos son siempre deficitarios.
Lo más triste de ello es que el equilibrio
ingreso-gasto haya sido exigido por países extranjeros compradores de deuda pública.
Por un lado, existen estrategias de
administración o gestión, fórmulas mixtas de gestión público-privada,
externalización de servicios o privatización, son las más conocidas y usadas en
el ámbito europeo. Aunque países como Francia y el nuestro, con una función
pública profesionalizada desde hace centenares de años el remedio puede ser
extraño.
Se trata de maximizar eficiencia, también de
contener gasto. Puede ser lo mismo o puede ser que no, sobre todo cuando la
calidad real y no retorica es difícil de implantar y cuando la tecnología no está
bien diseñada provocando mayor trabajo que el hecho rudimentariamente. Eso no
es tecnología, es lastre e involución.
Por otro lado, la innovación se debe ubicar no
solamente en el campo privado sino también en el público.
Cabe comprobar iniciativas de ayuntamientos
que han tomado el pulso a la innovación verificando discontinuidades emergentes creativas.
Por ejemplo, en Gandía, su ayuntamiento hundirá un
barco a cuatro kilómetros de la costa para que opere como arrecife y
convertirse en un reclamo turístico en 2014 (Diario “Las Provincias “, de 18 de
mayo de 2013).
En Finisterre, otro ejemplo, se ha organizado el primer museo
submarino del mundo para visitar los 25 navíos de la armada comandados
por Martín de Padilla para la invasión de Irlanda.
Fueron hundidos por el temporal en octubre de 1596 entre las rías de Corcubión en
torno a las Islas Lobeira, cerca de Finisterre.
Además, desde el 19 de marzo de 2007, el
Cabo Fisterra (o Finisterre) es uno de los 30 bienes culturales
distinguidos con el sello «Patrimonio Europeo», creado ese año por la Unión
Europea con motivo del 50º aniversario del Tratado de Roma. El
sello incluye patrimonio contemporáneo e inmaterial y busca
promover aquellos "monumentos, sitios o lugares de memoria que han
sido testigos de la historia europea".
La mención «Patrimonio Europeo » fue propuesta en abril de
2006 por los ministros de cultura de España, Francia y Hungría en el encuentro
«Europa por el diálogo intercultural », e incorporada a la Agenda europea un
mes después.
Seguro estoy que un país como el nuestro con
tanta historia deben existir varios municipios que hayan
contribuido a la forja de nuestra Unión Europea. Albacete y su provincia tienen
antecedentes que han sido cruciales para Europa, y no me refiero solamente
a Almansa y su decisiva batalla en la
Guerra de Sucesión de España.
El Ayuntamiento de Barcelona fue galardonado en 2011
por aplicaciones para móviles, todas ellas gratuitas, y que consisten
en un «buzón para el ciudadano», que permite enviar fotografías con
geolocalización con GPS a través del móvil o tableta
sobre alguna incidencia de la ciudad.
El llamado « Barcelona en el móvil» permite
acceder a Noticias, Tiempo y Pago con tarjeta de
crédito. Como servicios SMS, son destacables la Solicitud de un volante de
residencia, Consulta del colegio electoral (en época de
elecciones), Consulta de los puntos Wi-Fi dentro de un distrito
postal, Disponibilidad de una estación Bicing, Consulta
del depósito dónde se puede recoger el coche en caso de que se lo
haya llevado la grúa y Anulación de una cita con el Instituto
Municipal de Hacienda .Es destacable también una
aplicación para el tráfico con información puntual sobre su estado.
Albacete puede tener más. Tiene
restos arqueológicos, íberos y romanos, y atractivos naturales que podrían ser
atendidos de modo más provechoso introduciendo el turismo pedagógico en nuestra
provincia.
Pueblos como Lietor, Chinchilla, Alcaraz, Riópar, Libisosa en Lezuza, Yeste, entre otros, guardan
testimonios de pasados culturales muy atractivos.
Albacete puede tener más. Amplias llanuras en
donde la aviación militar supo aprovechar su estratégica
geografía sin
comprender cómo no existe una mayor explotación privada, sea lúdica, sea
formativa, a nivel autonómico y nacional, que
aproveche este espacio amplio sin límites visuales.
Cómo no existe otra Academia General del Aire en una tierra sobre la que aterrizaron los primeros autogiros y aeroplanos.
Todo un infinito para asir, para cincelar un
futuro que aporte algo productivo distinto de la mezquina cotidianidad.