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miércoles, 10 de julio de 2019

El efecto de no hacer nada (filosofia)

El efecto de no hacer nada (filosofia)


«¿Podemos provocar algo sin intervenir en ello? Los filósofos explican mediante el concepto de causalidad negativa por qué nuestra responsabilidad va mucho más allá de lo que pensamos  ».


Si la omisión de una acción puede tener un efecto causal es una cuestión espinosa tanto filosófica como jurídicamente. ¿Cómo puede algo que no es causar algo?
Para entenderlo debemos reflexionar sobre nuestra comprensión de la nada y la causalidad. Así, por ejemplo, la primera no se refiere a la cosa que falta, sino al vacío.
Tomar la omisión como una «posibilidad de acción latente» proporciona una salida al dilema de que la ausencia (aparente) no puede causar un efecto.
Puede que este tipo de reflexiones no sean habituales, pero tampoco resultan triviales. Los filósofos las discuten bajo el concepto de «causalidad negativa». Con ello analizan en qué medida la omisión de una acción puede contemplarse como causa de un suceso. Si aceptamos la causalidad negativa, es decir, si entendemos las omisiones como causas de manera similar a las acciones, eso tendría consecuencias de peso a la hora de interpretar de qué somos moralmente responsables.
Fuente: Revista Investigación y Ciencia
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Fuente: Pixabay. Licencia CC0


Martín Luther King, dijo: «No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los buenos[…]».  
Es, entonces, cuando la maldad prospera. 

La omisión entendida como actitud proactiva puede ser filosóficamente sugestiva y fascinante, pero el precio a pagar es excesivamente alto como para admitirla como conducta preferida.

Si la sociedad se inhibe ante los sufrimientos  y angustias de los hombres, ante incertidumbres que siembran de vacio todo futuro, se instaurará el cinismo y la hipocresía como reglas sociales.  Provocará una desintegración de la vida politica junto a un odio penetrante hacia todos y hacia todo como expuso Arent.

De ahí a que el hombre se vuelva contra sí como implosión de su zozobra solamente hay un instante insensato; una fugacidad de momento, que todo lo cambia:  o destruyendo o creando;  el vacío o la plenitud.


JLM