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jueves, 27 de febrero de 2020

Los virus no tienen nacionalidad (reflexión)


Los virus no tienen nacionalidad (reflexión)


No puede justificarse comportamientos discriminatorios contra ciudadanos chinos por la contingencia del virus.


Precisamente la lucha que China ha presentado a este patógeno es difícil que pueda ser superada por cualquier país del mundo.


Una lucha del gobierno y una disciplina de sus ciudadanos  ejemplares. De hecho han conseguido frenar la expansión de la enfermedad.

Sin embargo la irracionalidad emotiva genera comportamientos inadmisibles contra personas de origen chino, sean niños, sean mayores,  que viven con nosotros desde hace años o desde siempre y están integradas en nuestra sociedad.
Fuente: Pixabay. Licencia CC0

La discriminación por origen  es racismo extremo, prohibido por la Constitución en su art. 14  y el art 21 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea junto a otros instrumentos internacionales que regulan derechos civiles.

Es responsabilidad del ciudadano español que la Constitución se cumpla con efectividad, en el trabajo, en la escuela, en cualquier lugar. 

Resulta paradójico que debamos remitirnos a las leyes  cuando el origen de este amorfismo social  que algunos profesan locamente solo manifiesta carencia de una educación en valores: en tolerancia, en respeto, en socorro. Humanidad en definitiva. 

Es rechazable que en  España , país integrador por antonomasia de  todo tipo de gentes y culturas, desde las Américas hasta Filipinas , se manifiesten actitudes incriminatorias contra gentes por el solo hecho de su lugar de nacimiento o por sus rasgos físicos.

Falta de conocimiento histórico. Falta de humanidad clamorosa. Brutalidad en suma:«La barbarie humana engendra dioses crueles que, a su vez, incitan a los humanos a la barbarie» (Morín, 2009). Se olvida que la dignidad personal es el gran logro de la cultura Occidental,aquella que permite a las personas una convivencia fructífera y en armonía.

No solamente tienen que luchar contra la vida para ganársela honradamente sino que tambien se les imponen agravios a capricho, sin razon, por aquellos que siempre someten, humillan y excluyen. Para ser más precisos, por aquellos que humillan al pacífico y claudican ante el violento. 

JLMembiela,