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sábado, 2 de mayo de 2020

Incoherencia aleatoria y caos ( micro-ensayo)


Incoherencia aleatoria y caos ambiental ( micro-ensayo)
Juan B. Lorenzo de Membiela



Baltasar Gracián escribió en 1649 acerca del hombre: «[…] Ni la naturaleza ni el ser humano conocen un estado de permanente reposo; no hay estado estático sino continua mutabilidad en todo, o se crece o se declina, desvariando siempre de tanto variar […]». 

Lo que el humanista Gracián declara es la constante adaptación del hombre al medio que lo rodea. 

Adaptación a la continua evolución de la naturaleza, ajustando y perfeccionando sus capacidades a los requerimientos de una vida imprevisible (o cuántica). Característica aplicable a las organizaciones humanas. 

No olvidemos que algunos defensores de esta doctrina defienden que las clases sociales superiores representan una evolución superior y por ello son más aptas para la supervivencia (Mosca, 1984:121-2)[1]. 

Aunque esta tesis, objetivamente analizada, ofrece una explicación darwinista de los distintos estratos sociales, no es menos cierto que la sociedad precisa de todos, con independencia de su posicionamiento evolutivo, para lograr su supervivencia. 



Otra interpretación distinta nos llevaría a la desaparición como especie, pues la selección absoluta que produce la perfección solamente sería alcanzable por tan pocos que haría inviable la existencia. 

Fuente: Pixabay. Licencia CC0
Además lo perfecto solamente se aprecia cuando concurre con lo imperfecto y al alcanzarse la total perfección la competencia selectiva solamente produciría la autodestrucción. 

Como expone Wilson, el hombre es un ser eusocial, es decir, capaz de generar alianzas, por dos motivos[2]: 

a)  La selección basada en el éxito relativo de los individuos dentro de los grupos.

b) La selección basada en el éxito relativo entre grupos, una mezcla compleja y sutilmente calibrada de altruismo, cooperación, compensación, dominio, reciprocidad, defección y engaño. 

En el ámbito organizativo, por ejemplo, la pervivencia de una sola corporación, nos sumiría en la tiranía de una oligarquía que antepondría su interés al del hombre y con ello la negación de su dignidad. 

Las relaciones de los seres vivos con el medio circundante comenzó en Darwin, pero la fundación científico-metodológico de la ecología alcanza, a penas, un siglo de duración, y fue propuesto por Haeckell, usando la palabra griega «oikos» que corresponde a medio ambiente. 

Se habla de la biología de grupos de organismos y sus procesos dinámicos e interactivos de estos entre sí y de todos ellos con su entorno físico (Martín Mateo, 1977)[3]y este hecho viabilizaría su aplicación a las organizaciones humanas. 

Fuente: Pixabay. Licencia CC0
De este frenesí creativo que es la naturaleza, incoherente y aleatoria, se genera una creatividad no lineal. Para Ortega, sobre las tesis de Darwin, el caos crea la organización y todo su progreso: su mantenimiento, su impulsión constante son obra del desorden (Ortega, 1963:280)[4]. 

La teoría de la gerencia o administración basada en el modelo natural de organización persigue la subsistencia en un ambiente incierto, fluctuante e imprevisible sobre la concurrencia de la auto reglamentación que espontanea o naturalmente pauta las relaciones entre las partes y sus actividades.  

La empresa es vista como un conjunto de partes interdependientes que constituyen el todo: cada parte contribuye con algo y recibe algo del todo lo cual es interdependiente con un ambiente más amplio. El objetivo básico es la supervivencia del sistema para lograr el equilibrio y su estabilidad: las partes y los modos como se vinculan mutuamente en interdependencia se determinan mediante procesos evolutivos (Chiavenato, 2004: 253)[5]. 

John Henry Clippinger III, publicó en 1999, «La biología de la actividad: descifrando la leyes naturales de la empresa»[6] 

Una hipercompetitividad y una constante convergencia de estrategias gestoras, demuestran que las técnicas tradicionales han quedado obsoletas. Un nuevo enfoque es demandado por la actualidad y sus principios se encuentran en la ciencia de los sistemas complejos adaptativos. 

Estos operan sobre los siguientes factores: 

A) Retos empresariales del mundo real.

B)  Gestión del conocimiento.

C)  Creación de marca.

D)  Desarrollo de mercados, innovación de productos y cambio organizacional.

Numerosas empresas han adoptado este diseño de gestión con éxitos verificados: McKinsey & Co. , Capital One y Optimark. 

Hablamos de gerencia biológica. Que es una teoría de la gerencia científica opuesta a la burocracia y que la identifica, en esencia, con la ecología de la selección, en donde desde una perspectiva temporal amplia, el binomio nacimiento-muerte, implementa los inputs, evolución y supervivencia, en los organismos para adaptarse al entorno.  

Un caso de ello lo encontramos en el empresario que ha experimentado una evolución impulsada por el medio con el que interactúa. De la previsión ha pasado a la supervivencia. De la planificación a la innovación. Este cambio modaliza toda la organización, de la gestión mecanicista o jerárquica ha pasado a otra cooperativa, abierta, flexible y necesariamente creativa. No hay otro remedio que navegar en lo proceloso del momento y gestionar siempre sobre una constante transformación del medio.  


Fuente: Pixabay. Licencia CC0
Esta faceta es recogida por la bióloga evolucionista Dr. Elisabet Sahtouris, consultora en Living Design Systems, que aplica el éxito de los sistemas biológicos al diseño de organización de empresas y gobiernos. 

Es destacable la comparación de la empresa con el funcionamiento del cuerpo humano en donde resalta: «si estudias la naturaleza, verás que hasta en tu propio cuerpo hay una economía altamente desarrollada, que es totalmente cooperativa, que utiliza dinero distribuido de forma gratuita (sin esperar que se lo devolvamos), que lo recicla todo, que colabora con los cien billones de células, cuya complejidad es similar a la de una ciudad humana» (Revista «Athanor»,  noviembre de 2011, núm. 90). 

Concurren en su análisis la teoría de la evolución de Darwin, basada en la competición y la teoría de Kropotkin, basada en la cooperación (diario «La Vanguardia» de 14 de noviembre de 2011)[7]

Su pronóstico, hoy, es taxativo: «[…] ante esta crisis que es biológica o cooperamos o nos extinguimos […]».



[1]  Mosca, G. , (1984): «La clase política», México: Fondo de Cultura Económico. 
[2]  Wilson, E. O. , (2012): «The social conquest of earth», Nueva York: Liveright Publishing Corporation. 
[3]  Citado en: Fuentes Bodelón, F. , (1981):«Derecho ambiental», Documentación Administrativa, núm. 190. 
[4]  Ortega y Gasset, J, (1963): «Obras completas de Jose Ortega y Gasset», t. II, Madrid: Revista de Occidente.  
[5]  Chiavenato, I. , (2006), «Introducción a la teoría general de la administración», 7ª edic. , McGraw Hill: México. 
[6]  Clippinger III, J. H. , (1999): «La biología de la actividad: descifrando la leyes naturales de la empresa», San Francisco (California):Jossey-Bass Publishers. 
[7]  http://www. lavanguardia. com/lacontra/20111114/54238863691/esta-crisis-es-biologica-o-cooperamos-o-nosextinguimos. htm