China incrementará sus importaciones y seguirá apoyando el principio de libre comercio. Así lo anunció Xi Jinping durante la ceremonia inaugural de la Exposición Internacional de Importaciones de China en Shanghái. El mandatario chino, en presencia de líderes extranjeros, expresó el compromiso del gigante asiático de abrir aún más su mercado.
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Más de 3.500 compañías de 150 países acudieron a Shanghái para participar en la primera exposición china dedicada enteramente a las importaciones. El interés es obvio: durante décadas, el gigante asiático era visto como una fuente de producción y exportación, pero las cosas están cambiando. El creciente nivel de vida de los chinos, sumado a una paulatina trasformación de la economía —que está pasando de un modelo de crecimiento extensivo a uno intensivo— poco a poco está haciendo del país el mayor mercado de productos y servicios del mundo.
Así, el año pasado las importaciones chinas crecieron un 15,9%, hasta alcanzar la suma de 1,8 billones de dólares. Las autoridades del país se han propuesto incrementar esos volúmenes hasta los 10 billones de dólares.
Fuente: Sputniknews
PD.
Libre comercio y necesidad de abrir China a Europa.
La cuestión es saber hasta qué punto estuvo abierta China y hasta qué punto puede abrirse a las empresas occidentales.
Si existe un conglomerado burocrático que entorpece la efectiva implantación de empresas extranjeras o si hay una vocación efectiva para recibir inversión foránea y permitir su actividad manufacturera y el libre comercio en general.
El « Indice Doing Business » del Banco Mundial (WB), sitúa a China en el puesto 46 de los 190 que integran la clasificación. La accesibilidad empresarial ha mejorado por cuanto en 2018 y 2017 el puesto era el 78; en 2016, el puesto era el 80; en 2015, el 83; en 2014, el 93; en 2013, el 99.
Del puesto 99 al 46 hay un cambio positivo constatable en estas estadísticas.
Otra cosa es lo que pueda suceder en la realidad.
En la Exposición Internacional de Importaciones de China, iniciadas el 6 de noviembre de 2018 en Shangai , funcionarios de la UE constatan dificultades a las que se enfrentan las compañías europeas a la hora de competir con las chinas dentro de su territorio, en contraste con la libertad que poseen las organizacion empresariales chinas en Europa.
Hay por tanto una divergencia que corresponde a las autoridades chinas resolver. El libre comercio ha sido históricamente una fuente de riqueza, y de ello, China ha dado ejemplo a lo largo de muchos siglos.
JLM