En la mañana de este jueves el Tribunal Superior dictaminó que el gobierno de Reino Unido necesita la aprobación del parlamento para iniciar el proceso para salir de la Unión Europea (UE).
Y Downing Street -como se conoce a la residencia oficial de la primera ministra- no tardó en anunciar que apelará la decisión.
El gobierno "no tiene intención de dejar que (la sentencia) descarrille el calendario que hemos establecido", dijo el portavoz oficial de la primera ministra Theresa May inmediatamente después de conocerse el dictamen.
La decisión de abandonar el bloque continental fue votada por el 52% de los británicos el pasado 23 de junio, en un referendo de resultado inesperado.